Mostrar el registro sencillo del ítem
Em mártir San Sebastían
dc.creator | Papa Francisco | |
dc.date.accessioned | 2024-04-04T16:49:57Z | |
dc.date.available | 2024-04-04T16:49:57Z | |
dc.identifier.uri | http://test.repositoriodigital.com:8080/handle/123456789/57604 | |
dc.description | Recordemos que el emperador Diocleciano, junto a los otros césares, decretó la llamada «Gran Persecución», la última y quizá la más sangrienta. Se destruyeron lugares de culto cristiano, se eliminaron los derechos legales de los cristianos y se exigía cumplir con las prácticas religiosas tradicionales romanas. Diocleciano, por su parte, mandó encarcelar y asesinar a cientos de cristianos. En este contexto, el emperador se sintió traicionado al saber que Sebastián era cristiano, y le mandó elegir entre ser su soldado o seguir a Cristo. Eligiendo seguir a Cristo, el emperador le amenazó de muerte, pero Sebastián se mantuvo firme en la fe. Fue entonces cuando fue condenado a morir martirizado. Para ello, se ordenó que le ataran en un árbol semidesnudo, y que unos soldados le enviaran una lluvia de saetas hasta su muerte. Una vez tuvieron suficiente, le dejaron para que muriese desangrado. Casi muerto, sus amigos y seguidores le recogieron y le llevaron a casa de Irene, una cristiana viuda del mártir Cástulo, para que le curase y le escondiese. Una vez restablecido, se le recomendó huir de Roma para que pudiera conservar la vida, | |
dc.description | Analitica-Central | |
dc.description | Recordemos que el emperador Diocleciano, junto a los otros césares, decretó la llamada «Gran Persecución», la última y quizá la más sangrienta. Se destruyeron lugares de culto cristiano, se eliminaron los derechos legales de los cristianos y se exigía cumplir con las prácticas religiosas tradicionales romanas. Diocleciano, por su parte, mandó encarcelar y asesinar a cientos de cristianos. En este contexto, el emperador se sintió traicionado al saber que Sebastián era cristiano, y le mandó elegir entre ser su soldado o seguir a Cristo. Eligiendo seguir a Cristo, el emperador le amenazó de muerte, pero Sebastián se mantuvo firme en la fe. Fue entonces cuando fue condenado a morir martirizado. Para ello, se ordenó que le ataran en un árbol semidesnudo, y que unos soldados le enviaran una lluvia de saetas hasta su muerte. Una vez tuvieron suficiente, le dejaron para que muriese desangrado. Casi muerto, sus amigos y seguidores le recogieron y le llevaron a casa de Irene, una cristiana viuda del mártir Cástulo, para que le curase y le escondiese. Una vez restablecido, se le recomendó huir de Roma para que pudiera conservar la vida, | |
dc.language | ||
dc.relation | ||
dc.subject | PAPA FRANCISCO EXHORTACIÓN "CHRISTUS VIVIT" SINODO DE LOS OBISPOS LOS JOVENES EN LA IGLESIA SAN SEBASTIAN MODELOS JUVENILES CRISTIANOS HISTORIA ECLESIASTICA VENERACION A LOS SANTOS | |
dc.title | Em mártir San Sebastían | |
dc.type | text |
Ficheros en el ítem
Ficheros | Tamaño | Formato | Ver |
---|---|---|---|
No hay ficheros asociados a este ítem. |
Este ítem aparece en la(s) siguiente(s) colección(ones)
-
PruebaOAI [1561]